Política

Primero las ideas y después los nombres

La senadora nacional Anabel Fernández Sagasti escribió en Facebook un comunicado dirigido a sus compañeros de militancia, en el que cuestiona el cambio de sello partidario tomado por los dirigentes del PJ mendocino, a quienes acusó de ser "complacientes" con el gobernador Cornejo.
por La Cámpora
15 may 2017
Por Anabel Fernández Sagasti
Decidí­ escribir estas lí­neas en Facebook porque muchos compañeros y compañeras que comparten con nosotros la militancia, frente a la decisión de la dirigencia del PJ del cambio de nombre de nuestros bloques, se han interesado por mi opinión.
Fuimos al Congreso del Partido convencidos que era positivo para sumar de cara al futuro.
Fuimos porque militamos con cientos de compañeras de distintas lí­neas internas, en muchos casos hasta distanciadas polí­ticamente entre nosotras, para que las listas del peronismo en las próximas elecciones sean integradas por igual entre mujeres y varones.
Fuimos porque nuestros congresales tení­an que apoyar una reivindicación que estaba a la altura de capacidad transformadora de la sociedad de nuestra fuerza polí­tica. Lo logramos entre todos, y eso fue muy bueno.
El peronismo impulsó el voto femenino hace más de 75 años, fuimos pioneros en promover las internas abiertas hace 30 años, y desde el gobierno, impulsada por Cristina Fernández de Kirchner, aún contra toda la dirigencia, logramos avanzar en la Ley de las PASO, la Ley más revolucionaria en materia electoral desde la Ley Sáenz Peña, para el acceso a los cargos electivos.
La ley Sáenz Peña garantizó el acceso al voto secreto, universal y obligatorio; la Ley de las PASO le garantizó, a quien quisiera ser candidato, la publicidad de su campaña y la fiscalización de las elecciones.
Vale decir los candidatos que no tení­an posibilidades de tener fiscales en toda la Argentina o en cada provincia, y no tení­an ninguna posibilidad económica de publicitar sus ideas en los medios masivos de comunicación, pudieron hacerlo. Fue una decisión profundamente democrática.
Fuimos con esperanza a este Congreso porque la igualdad de género en las listas se incluí­a en esta lí­nea de reconocimiento de derechos que el peronismo tiene que expresar, claramente un reclamo de las militantes que los dirigentes tuvieron que aceptar.
Hasta aquí­ lo positivo.
Sin embargo, sin ningún consenso previo, la mayorí­a circunstancial de una conducción elegida por acuerdo entre sectores, tomaron la decisión (en las sombras, a espaldas de la militancia y afiliados como es su costumbre) de eliminar la designación de Frente para la Victoria de los bloques de concejales y legisladores provinciales.
Todos los que formamos parte del Consejo Provincial no fuimos elegidos por el voto directo de los afiliados sino por un acuerdo entre sectores para ayudar a sentar las bases de un nuevo proceso polí­tico, recalco esto porque una decisión que implique cualquier cambio en las reglas de juego merecí­a el debate entre todos.
¿Qué quisieron hacer? ¿Venderse como lo nuevo? ¿Distanciarse de Néstor y Cristina cambiando un nombre?
Tal vez todo esto junto. Por ello, y por respeto a los miles de militantes que en nuestra provincia sienten que la actual conducción del peronismo no está a la altura de lo que demanda nuestro movimiento en este momento de la historia, quiero expresar nuestra visión sobre el futuro.
Tengo una mala noticia para esos dirigentes que no han tenido la grandeza de aspirar a un proyecto provincial y hoy quieren manejar el PJ como una cooperativa sin vocación para recuperar en el futuro el gobierno provincial.
Ustedes no son lo nuevo aunque le cambien el nombre mil veces a nuestros bloques. Ustedes NO SON EL FUTURO porque el futuro no se construye negando todo lo positivo que construimos durante doce años; el futuro se construye reivindicando lo que hicimos bien y corrigiendo los errores, y ustedes en gran medida, son parte de esos errores.
Ustedes son los que, complacientes con Cornejo, dejaron solo en su reclamo por una declaración contra la Reforma Constitucional a Adolfo Bermejo, un dirigente que más allá de no ser propio de nuestro sector, es el último candidato a Gobernador del peronismo.
Ustedes no son lo nuevo aunque se cambien el nombre porque cuando una fuerza polí­tica tiene que volver a trabajar para recuperar el gobierno, cuando tiene que replantearse ideas, armar nuevos equipos, promover nuevos cuadros técnicos, ustedes están sólo pensando en permanecer, no les importa trascender.
Este no es un momento para tibios, no se puede entregar banderas por más campaña sistemática que nos hagan en contra para hacernos creer que el pasado fue corrupción y populismo.
Claro que la corrupción debe ser castigada, pero se equivocan comprando el discurso del macrismo y su socio local. A ellos no les preocupa eso, no han corregido nada en este sentido, al contrario, han empeorado todas las condiciones de transparencia en la Argentina, y callan sobre todas las causas que evidencian la manera alevosa en que este puñado de piratas que se dicen empresarios. Están vaciando la Argentina: las coimas de Arribas, los negocios de Calcaterra, primo de Macri; las cuentas off shore del Presidente, la vergí¼enza de la condonación de deudas en el caso del Correo, el ingreso de Avianca, la destrucción de SanCor o el negociado de los terrenos de la Remonta para poner ejemplos más cercanos.
Nos acusan a nosotros que somos el pasado porque reconocemos a Cristina como nuestra conductora. Nosotros defendemos las ideas que expresa y concretó en su acción de gobierno. No quieran simplificar, ni ella ni nosotros miramos para atrás nostálgicamente, la cuestión es que, como Cristina, miramos el futuro desde convicciones.
Nosotros creemos que los derechos de las mayorí­as se conquistan dando el debate democrático a las minorí­as que concentran el poder; el PJ ha perdido la brújula comprando el discurso del “populismoˮ del pasado; donde los ricos ven populismo, los peronistas debemos ver necesidades y derechos, por eso estamos trabajando en la formación de cuadros porque sabemos que la polí­tica, cuando no forma dirigentes para asumir el gobierno, termina siendo funcional al poder de un puñado de empresarios.
Les tengo otra mala noticia, nosotros somos la generación que viene. Ustedes nos acusan de ser el pasado, y nuestros militantes promedian los 35 años; el tema es que para nosotros no alcanza con ser más jóvenes, nos estamos preparando para ser mejores.
Tienen la oportunidad de llevar al peronismo a la victoria frente a un gobierno que desmantela toda la economí­a nacional y sostiene la mentira del “próximo semestreˮ o de los “brotes verdesˮ en base a un endeudamiento exterior sin precedentes en la historia, y sin embargo, optan por el silencio, por agacharse, por negar la historia y creerse hábiles por cambiar el nombre de los bloques.
Lo mismo hacen frente a Cornejo, se muestran complacientes ante el hombre gris que nos ha venido a vender la revolución de lo sencillo, un slogan que traducido en el barrio significa: patear la deuda para adelante, y usar el pasado de excusa para que no me reclamen nada.
Mendoza hoy redujo el gasto, el problema es que redujo los ingresos también; Cornejo se muestra severo con los gremios para bajar sueldos pero calla ante Macri para exigirle polí­ticas económicas que no destruyan a nuestros industriales, comerciantes y trabajadores; no importa cuánto mientan con el supuesto “ordenamiento de las cuentasˮ porque la economí­a no crece y no lo hará; hoy funciona una impresionante “bicicleta financieraˮ armada por el gobierno, nadie invierte en abrir un comercio o una industria porque los que tienen el capital ganan formidables retornos pasando de las LEBACS a los dólares ida y vuelta, sin correr riesgos.
Nuestra dirigencia se preocupa por cambiarle el nombre a los bloques, y nada le dice al Gobernador que nos quiere hacer creer que todo está en orden, mientras en Mendoza cae la actividad industrial, las ventas en los comercios, el ingreso de los mendocinos, sean empleados públicos o privados.
¿Hasta cuándo tanto silencio? Hoy Mendoza sigue pagando los sueldos con deuda, y se va a seguir endeudando, no hay proyecto estratégico, no hay debates de fondo sobre la generación de riqueza y la distribución de la renta; por qué tanta complacencia ante un gobernador que, lejos de convocarnos a un sueño, nos invita a un bostezo: tomar deuda, pagar sueldos bajos y dejar que la polí­tica económica nacional nos lleve al abismo.
Nuestra dirigencia, en lugar de cambiar nombres a los bloques, debe reclamarle decisiones al Gobernador para que los mendocinos dejen de perder puestos de trabajo. Macri vino a Mendoza y, frente a la consulta de un periodista por qué una de las más grandes empresas de transporte de pasajeros nacional, que es mendocina, no pagaba los sueldos, su respuesta fue “la gente tiene que viajar en aviónˮ; el gobernador estaba al lado, y como si fuera un empleado presidencial, solo sonrió mientras los trabajadores de esa empresa, mendocinos, muchos de los cuales seguramente lo votaron, comprendieron que a corto plazo su fuente de trabajo desaparecerá.
Los peronistas necesitan que le digamos a los mendocinos que vamos a corregir errores, pero que tenemos dirigentes con voluntad de gobernar, que están dispuestos a perder, que no buscan solo permanecer especulando en un carguito. La mayorí­a de ustedes lleva muchos años en la función pública, hoy es tiempo de avanzar, quedarse no es una opción.
Pongan el nombre que quieran a la herramienta electoral, no nos importa, eso no nos expulsará del peronismo. Este es nuestro lugar, nosotros formamos parte de una generación que renovó el amor por las ideas de Eva y Perón porque vimos cómo reivindicaron su lucha Néstor y Cristina. Nosotros creemos en la polí­tica como herramienta de transformación, y el peronismo esencialmente expresa eso.
Queremos competir en las PASO, no tememos a perder, porque nosotros, a los que quieren poner como pasado, estamos intentando sembrar el futuro.
Sin soberbia pero con convicción, quiero decirles que vamos a hacer todo lo posible para que los jóvenes tengan espacios para que el peronismo renueve su dirigencia. Es tiempo de apoyar a mucha gente con talento y capacidad que, sin importar la edad, han demostrado compromiso con nuestro proyecto, y nunca tuvieron la oportunidad de protagonizar en las listas.
La historia hoy reclama grandeza y coraje, atributos que les sobra a los militantes y a los trabajadores, y hoy le falta a nuestra dirigencia; se ha iniciado el camino de la renovación y nada podrá detenerlo. Los compañeros y compañeras sacarán el bastón de mariscal para protagonizar una nueva historia, la que nos lleve a un gobierno que devuelva la felicidad al pueblo y la grandeza a la Patria.
A los compañeros y compañeras que creen que primero están las ideas y después los nombres; que defienden un modelo de paí­s inclusivo, nacional y popular; que comparten la visión sobre la necesidad de una verdadera renovación dirigencial, provengan de donde provengan, les pido que no nos distraigamos en la chicana de los cambios de nombre, les pido que trabajemos codo a codo para volver a la victoria: todos unidos triunfaremos.
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