Otro llamado nocturno a Susana Miau la hizo levantarse raudamente de la cama. El objetivo era escribir algo contra La Cámpora. “Escribite algo, Suˮ, fue la directiva que difundió el auricular del Nokia 1100 propiedad de Miau (ella se autoimpuso no usar Blackberry por una cuestión de principios, según cuenta en reuniones)
Parece que Susana tiene un ofendómetro y con esa lógica construyó una nota que se sustenta solo en la imaginación y algunos datos erróneos, groseramente erróneos.
Obviamente, no le faltan a la nota los “importes consultores y políticos que conocen el distritoˮ. Ese toque tan del manual de estilo de Clarín no podía estar ausente.
“En la Capital, en cambio, los ofendidos y humillados son los dirigentes de La Cámpora. El primer síntoma de frustración lo manifestó Juan Cabandié, quien, furioso porque adjudica su baja performance a la competencia de las listas de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman, exigió cortar de raíz el trato con los aliados extrapartidariosˮ.
El sueño y la modorra de la noche afectaron tanto a Susana que olvido que Jorge Telerman se presentó en la categoría candidato a Jefe de Gobierno, mientras que Juan Cabandié lo hizo en la de legisladores.
Además de manejar menos información política local que un ciudadano se Sudan del Sur, Susana tiene un medidor de furias, un aparato que reparten en la sede de Clarín que tiene la capacidad de inventar pensamientos del compañero Cabandié.
“Esa es la razón que invocó La Cámpora para explicar por qué, además de haberse marginado del último tramo de la campaña de Daniel Filmus, tampoco fiscalizará los comicios de hoyˮ, machaca con firmeza la columnista de Magnetto.
Para expresar su falta de apoyo a Filmus, los marginados camporistas, alrededor de 1500, estuvieron fiscalizando en las mesas donde se votaba la segunda vuelta electoral.
Luego, los marginados se dirigieron al frente al Centro Cultural Caras y Caretas, sede del bunker de Filmus. Esta vez, el enojo se materializó a través de cánticos tales como “Filmus, Tomada, Cristina a la Rosadaˮ y con aplausos que interrumpían el discurso del candidato del Frente para la Victoria.
Susana esta feliz.
Otro llamado nocturno a Susana Miau la hizo levantarse raudamente de la cama. El objetivo era escribir algo contra La Cámpora. “Escribite algo, Suˮ, fue la directiva que difundió el auricular del Nokia 1100 propiedad de Miau (ella se autoimpuso no usar Blackberry por una cuestión de principios, según cuenta en reuniones)
Parece que Susana tiene un ofendómetro y con esa lógica construyó una nota que se sustenta solo en la imaginación y algunos datos erróneos, groseramente erróneos.
Obviamente, no le faltan a la nota los “importes consultores y políticos que conocen el distritoˮ. Ese toque tan del manual de estilo de Clarín no podía estar ausente.
“En la Capital, en cambio, los ofendidos y humillados son los dirigentes de La Cámpora. El primer síntoma de frustración lo manifestó Juan Cabandié, quien, furioso porque adjudica su baja performance a la competencia de las listas de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman, exigió cortar de raíz el trato con los aliados extrapartidariosˮ.
El sueño y la modorra de la noche afectaron tanto a Susana que olvido que Jorge Telerman se presentó en la categoría candidato a Jefe de Gobierno, mientras que Juan Cabandié lo hizo en la de legisladores.
Además de manejar menos información política local que un ciudadano se Sudan del Sur, Susana tiene un medidor de furias, un aparato que reparten en la sede de Clarín que tiene la capacidad de inventar pensamientos del compañero Cabandié.
“Esa es la razón que invocó La Cámpora para explicar por qué, además de haberse marginado del último tramo de la campaña de Daniel Filmus, tampoco fiscalizará los comicios de hoyˮ, machaca con firmeza la columnista de Magnetto.
Para expresar su falta de apoyo a Filmus, los marginados camporistas, alrededor de 1500, estuvieron fiscalizando en las mesas donde se votaba la segunda vuelta electoral.
Luego, los marginados se dirigieron al frente al Centro Cultural Caras y Caretas, sede del bunker de Filmus. Esta vez, el enojo se materializó a través de cánticos tales como “Filmus, Tomada, Cristina a la Rosadaˮ y con aplausos que interrumpían el discurso del candidato del Frente para la Victoria.
Susana esta feliz.
