En 2016, cuando el macrismo ponía al país de rodillas frente a las grandes corporaciones, hubo una generación de secundarios que decidió no quedarse quieta. Mientras los gobiernos de Macri y Milei ajustan, endeudan y persiguen a Cristina, nosotros y nosotras seguimos militando en cada escuela y poniendo el cuerpo para defender un proyecto que transformó la vida de millones. Hoy, como hace nueve años, la organización estudiantil como bandera frente al ajuste y militando todos los días por la libertad de Cristina.