Una utopía de justicia y paz

Cristina, en una excepcional intervención en el cierre del curso internacional “Realidad política y electoral de América Latina”, en Ciudad de México, propuso el compromiso de construir, desde el sur del continente, una utopía de justicia y paz. Desde ese marco, reflexionó sobre cómo se distorsiona la soberanía popular a través de la judicialización y remarcó la necesidad de profundas reformas judiciales en cada país. Además, la compañera remarcó lo fundamental que significa la búsqueda de paz en la región, con énfasis en el conflicto de nuestra hermana República Bolivariana de Venezuela, y alertó sobre el peligro de que se trasladen al continente conflictos ajenos a nuestros pueblos.

La clase magistral de Cristina, realizada en el Centro Cultural México Contemporáneo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, fue el cierre de un ciclo de catorce encuentros de formación y debate, que contó con la exposición de referentes de toda la región, y fue organizado en conjunto por Morena, el partido político del ex presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y la flamante presidenta Claudia Sheinbaum; el Instituto Patria; el Instituto Lula de Brasil; Colombia Humana, del actual presidente Gustavo Petro; entre otras organizaciones del continente latinoamericano. Acompañaron a Cristina en el panel el presidente del Instituto Nacional de Formación Política de Morena, Rafael Barajas, y la secretaria General de Morena, Citlalli Hernández.

“Siempre miramos al sur con muchísima esperanza y te miramos a ti como la gran mujer de la región que gobernó la Argentina de una manera ejemplar; todo lo que ha vivido la Argentina lo hemos vivido como hermanos. Admiramos muchísimo a nuestros compañeros de La Cámpora, con quienes hemos construido relaciones sin fronteras desde hace mucho tiempo”, comenzó la compañera secretaria General de Morena, al inicio el encuentro, y agregó: “En los momentos más difíciles de México mirábamos al sur con esperanza, con emoción y con profunda admiración. México vive un momento distinto y seguimos mirando al sur, ahora con preocupación por algunas expresiones fascistas neoliberales que violentan la soberanía de nuestros pueblos. Estoy convencida que, a pesar del mal momento que están viviendo, van a volver. Y quiero decirte, con mucha solidaridad y mucho cariño, que nos dolió que, no solo te han atacado por la vía judicial y mediática, sino que se han metido con tu familia, sino que en esa perversidad de quienes no quieren que avancen los proyectos nacionales y populares, quisieron arrebatarte la vida y eso es algo que tenemos que seguir denunciando y evidenciando”.

Una utopía de justicia

En el primer tramo de su exposición, Cristina historizó sobre el desarrollo de los utopías en nuestro continente. Comenzó reconociendo ”a todos aquellos que siguen apostando a la historia y a la formación de cuadros, porque en definitiva es eso, apostar a la historia, no solamente al momento fotográfico que estamos viviendo”. 

“Si tengo que elegir un lugar donde se forjó el concepto de Patria, fue en las luchas por la independencia en el siglo 19, fue la utopía de la libertad; y no esa libertad que nos quieren vender hoy, de creer que porque insultás, amenazás o tenés una fake news sos libre. No: sos un ser gris que si no tuvieras ese celular y no existieran las redes, serías todavía aún más gris y más inexistente.”, afirmó la compañera, lanzando un tiro por elevación al actual presidente argentino y agregó: “Si tuviera que definir la utopía del siglo 20, fue la lucha por la igualdad. Nos fue muy bien con la utopía de la libertad. Triunfamos, ganamos. ¿Cómo nos fue con la de la igualdad? No nos fue bien: hoy nuestro continente sigue siendo el más desigual, no el más pobre”.

A continuación, Cristina continuó caracterizando al atentado a las Torres Gemelas en 2001 como “el punto de finalización de la modernidad”. “A partir de ahí ya las guerras no fueron por ideas, no fueron por sistemas contrapuestos como fue durante la Guerra Fría, en la cual, por ejemplo, en toda la región, se derrocaban a los gobiernos populares con intervenciones militares”. Y profundizó en la caracterización del rol de las fuerzas armadas nacionales: “No ocuparon el rol de honor y de victoria que fue la tierra en armas del siglo 19, acá fungieron en ejércitos de ocupación, en lo que yo denomino el Partido Militar”.

“Los golpes militares terminan exactamente con la caída del muro de Berlin, ya no era necesario hacer golpes. Surge la oleada de gobiernos neoliberales en toda América Latina, con privatizaciones, reformas laborales, cercenamiento de derechos, entrega del patrimonio nacional: la gran utopía de la igualdad se esfumaba de las manos”, continuó Cristina, y agregó: “En ese escenario, surgen, en la primera década del siglo 21, increíblemente, gobiernos nacionales, populares y democráticos con un punto común: todos esos dirigentes se parecían a sus pueblos, y además de parecerse a sus pueblos, representaban, lo que es más importante que parecerse”.

En un pasaje central de su intervención, Cristina afirmó: “Frente a estos gobiernos nacionales, populares y democráticos surgió un método diferente. Ya no sirve la intervención militar, la interrupción de estos gobiernos a través de este método", haciendo una clara referencia al funcionamiento del Poder Judicial que, en algunos países de América Latina, actúa como un partido, tal como ocurrió en Bolivia, con el golpe de Estado a Evo por haber reformado la constitución; en Brasil, con el encarcelamiento de Lula; en Paraguay, con la destitución de Fernando Lugo; y en Ecuador, con el exilio de Rafael Correa. “Es la judicialización de la política como el método de estigmatización, persecución y proscripción de quienes lideran o representan esos movimientos”, describió la compañera, y concluyó: “Es como se distorsiona la soberanía de la voluntad popular a través de la judicialización”.

“Pienso que una de las dos utopías que tenemos que proponer desde el sur es la justicia”, concluyó Cristina, y detalló: “Reformar una justicia que está totalmente cooptada por los factores de poder económico y absolutamente presionada por los medios hegemónicos de comunicación”. Y a continuación saludó y celebró el impulso de la fuerza política del ex presidente mexicano AMLO y de la flamante presidenta Sheinbaum en la reforma judicial de su país, y recordó lo sucedido en nuestro país cuando se aprobó el proyecto de democratización judicial que finalmente fue frenado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

“No se trata solamente de una cuestión política de persecución, en mi caso ya es también de vida, porque el Poder Judicial solamente investiga a los autores materiales que aprehendimos nosotros, pero no a los autores intelectuales ni a todos los intereses que se movieron a través del atentado que pudo terminar con mi vida”, concluyó.

Una utopía de paz

“El marco global que hasta hace unos años nos parecía inimaginable, impensable, casi una fantasía de una serie de ciencia ficción, de una Tercera Guerra Mundial, ya no nos parece tan alejado”, comenzó Cristina el tramo más sensible de su exposición, en donde describió el complejo escenario actual con el conflicto irresuelto en Medio Oriente, la aparición de nuevos actores internacionales, y el desarrollo de China como superpotencia, y agregó: “Nos obliga también, en el marco de conflictos, en el marco de temores, a unir la utopía de la justicia con la utopía de la paz en la región para que no nos trasladen ningún conflicto”.

Una expectativa muy grande rodeó la intervención de la compañera, a la espera de su posicionamiento respecto de la situación política que vive Venezuela. “Expliquémosle a nuestro compatriotas latinoamericanos que hay un país en nuestra región que tiene más petróleo que los árabes y que se llama Venezuela”, dijo Cristina para comenzar a caracterizar su posicionamiento, y agregó: “La segundo es algo que vemos en redes y en los medios hegemónicos: esta idea de que uno es el diablo y los otros son ángeles. En Venezuela no hay ni diablos ni ángeles”. Y profundizó: “Surgen en 2017 las guarimbas que crean un clima de violencia que también, debo decirlo, es respondido con violencia. Tampoco podemos hacernos los distraídos y mirar para otro lado: los militantes nacionales y populares tienen que ser los más objetivos en el análisis de los hechos”.

“Frente al claro y concreto problema que se produce a partir de las últimas elecciones presidenciales creo y comparto totalmente el comunicado que el primero de agosto firman AMLO, Lula y Gustavo Petro”, manifestó Cristina, en referencia a la declaración conjunta de los tres jefes de Estado solicitando a las autoridades electorales dar a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación. “Le pido, no solamente por el pueblo venezolano, por la oposición o por la democracia, sino por el propio legado de Hugo Chavéz, que se publiquen las actas”, afirmó Cristina. Además, la compañera explicó que el peronismo ”siempre que ha habido elecciones, ha reconocido los resultados, cuando ha ganado y cuando perdido, pero no solo eso, fuimos la única fuerza política de la Argentina que fue derrocada en dos oportunidades por golpes militares, desde ese lugar hablamos”.

En uno de los pasajes más sensibles de su intervención, Cristina instó a “alejar de la región cualquier tipo de conflicto que altere nuestra paz”, y se refirió puntualmente a la situación en nuestro país: “Estos que hoy nos hablan de democracia son los que contribuyeron con armas al derrocamiento de un gobierno democrático en el 2019, y también nos enteramos de otros grandes demócratas, los que hoy gobiernan, cuyos diputados y diputadas visitan en las cárceles a los genocidas de la dictadura de 1976, y se llevan un proyecto en mano, entregado por los genocidas, para propiciar su liberación. Estos son los que hablan de democracia y dicen que hay dictadura en Venezuela. La verdad es que hay que ser más coherente porque los que fueron a visitarlos ya ni siquiera son negacionistas, son algo más (...) Hace a la responsabilidad de quienes conducen los Estados en la región garantizar la paz”, concluyó.

Cristina fue acompañada en su exposición por una comitiva argentina conformada por los integrantes del Instituto Patria, Oscar Parrilli y Claudia Bernazza; la senadora nacional, Anabel Fernández Sagasti; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; y la intendenta de Moreno, Mariel Fernández.