Política

Zamba del vaciamiento

Desechar la historia, quitarle sentido a nuestra identidad, deslegitimar la soberaní­a, poner la memoria colectiva en amnesia. Desde la llegada al gobierno de la Alianza Cambiemos se registraron una serie de pequeños hechos pero de gran importancia, sobre todo en lo simbólico, tendientes a vaciar de significado nuestra cultura y nuestra historia como nación soberana.
por La Cámpora
19 abr 2017
Por José Ignacio Otegui Uno de esos hechos tuvo lugar este lunes pasado, cuando en un rincón de la ex ESMA se encontraron tirados varios muñecos de La Asombrosa Excursión de Zamba. Zamba ya habí­a sido vilipendiado en Tecnopolis. Ahora fue el turno del padre de nuestra Patria y libertador de tres paí­ses, José de San Martí­n, del creador de nuestra bandera, Manuel Belgrano y de dos muñecos que, aunque no son próceres, están cargados de simbolismo, como el de la Niña (la mulatita) y la Señorita Silvia, la maestra de Zamba. Justo la docente. Justo ahora. Antes ya habí­an dejado de pasar el Himno Nacional Argentino a las 0 horas del 2 de abril, Dí­a de los Veteranos y Caí­dos en Malvinas, luego el Presidente hizo una puesta en escena para hacer creer que entregó una ofrenda floral en el monumento a los caí­dos ubicado en Retiro. Después borraron las Malvinas de los mapas del Ministerio de Desarrollo Social y ANSeS. Se empecinan en llamarlas Falklands y en hacer saber que para ellos no es importante “negociarlasˮ (si, dicen “negociarlasˮ) ya que serí­an “deficitariasˮ. Le hicieron saber al “querido Reyˮ Juan Carlos que nuestros próceres habrí­an sentido “angustiaˮ de independizarse de la Corona española. Retomaron el discurso de la “guerra suciaˮ durante la dictadura cí­vico-militar, además del negacionismo y de ridiculizar el número de desaparecidos. Quisieron correr los feriados del 24 de marzo y del 2 de abril. El 24 de marzo de 2016 plagaron Buenos Aires de banderas norteamericanas. Hasta la cúpula del CCK amaneció ese dí­a con los colores del Tí­o Sam. Porque quitan sentido pero refuerzan a la vez sus sí­mbolos. Podrí­a ser más detalladamente numerosa la lista de ejemplos por los cuales el gobierno ataca el sentido de nuestra Historia, de nuestra soberaní­a, de nuestra cultura. Se podrí­a pensar con generosidad y creer que lo hacen con torpeza. Pero no. Todo tiene un sentido, que para ellos es quitarnos, vaciarnos de sentido argentino. Porque ese vaciamiento es esencial para el vaciamiento del Estado como garante de soberaní­a territorial y sociocultural.
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