Política

El (tras)fondo de la cuestión

por La Cámpora
13 ene 2010

Año nuevo, vida nueva, dice el dicho popular. Y arrancamos este 2010 con fórmulas mediáticas recicladas pero sin nada nuevo. Este dicho popular supone una invitación a la reflexión sobre lo sucedido, tanto en cuanto a aciertos como errores, para encarar nuevos desafí­os, debates y proyectos con más esperanza, compromiso renovado para profundizar lo hecho y avanzar sobre lo que queda por hacer.

Este año 2010, quedó formalmente inaugurado con la noticia de que el presidente del Banco Central incumplió con sus funciones públicas y desobedeció las órdenes impartidas desde el Poder Ejecutivo, por medio de un DNU, herramienta constitucional, que estableció la Creación del Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad Económica de la nación, que implica la utilización de un porcentaje pequeño sobre el total de las reservas que este banco custodia, y por otro DNU que decretaba su remoción, facultad constitucional que también tiene el Poder Ejecutivo.

Ahora bien, ¿por qué tanto revuelo mediático? Desde las escenografí­as de los canales de televisión, donde el periodismo y la oposición trabajan de forma independiente, se intentó instalar un debate polí­tico desde el plano formal, es decir mostraron su preocupación por las formas, dejando de lado la discusión de fondo: el porqué de la creación del Fondo del Bicentenario, el para qué, el cómo y demases. Ergo desde lo ideológico, o sea la sustancia y el contenido nada, porque como ya sabemos la oposición tiene la ideologí­a privatizada y entienden que la polí­tica es una gran puesta en escena en función del medio que los emplea.

Es cierto que desde lo ideológico podrí­amos discutir todo lo que respecta al origen ilegal de parte de la deuda externa si eso se paga o no; o la obligación de tener que pagar la deuda privada, hoy como parte de la deuda externa, que nos dejaron los gobiernos de muchos de los representantes de la oposición actual; abrir el debate sobre cómo queremos que se invierta y distribuya lo acumulado con los superávits fiscales; la reforma financiera y tributaria y aquellos temas que aún quedan pendientes.

Pero, también es cierto, que nada se dijo sobre el TRAS Fondo de la cuestión sobre el que la oposición trata de confundir a la población ocultando su verdadero interés. No es casual que hoy al Fondo del Bicentenario lo denominen “las reservas de los argentinos, la plata del puebloˮ y ya no “la caja Kˮ. Este detalle, no menor, da para pensar que lo único que les interesa es cuidar el Fondo por si llegan a gobernar en el futuro, para pagar todos los favores que deben a sus empleadores (el minuto de aire monopolizado es carí­simo), y rematar nuevamente el paí­s como lo hicieron cada vez que llegaron al poder   y hoy estamos pagando sus deudas.