La impunidad avanza

A menos de una semana de que Milei asumiera la presidencia de la Nación y brindara su discurso de espaldas al Congreso, uno de los responsables de la masacre de Margarita Belén, el genocida Horacio Losito, recibió la noticia que hacía tiempo estaba esperando: la libertad condicional. Según el cómputo que practicó el Poder Judicial, el 10 de noviembre del 2023 estaba en condiciones de acceder a la libertad condicional porque había completado los dos tercios de su sentencia por la reducción de diez meses de reclusión que otorgan los cursos que hizo mientras estuvo preso. Algunos privilegios de la casta parecen no molestarle al actual gobierno nacional. Así es que, finalmente, fue beneficiado con la libertad condicional el 18 de diciembre de 2023. Horacio Losito recibió tres condenas: una implicó la prisión perpetua a causa de su participación en la masacre de Margarita Belén en Chaco y dos fueron dictadas a 25 años de ésta en Corrientes. El excoronel fue detenido en el año 2004 y desde abril de 2020 tenía el beneficio de prisión domiciliaria, al que accedió durante la pandemia. Cabe recordar que se conoce como “Masacre de Margarita Belén” a la tortura y el posterior asesinato de un grupo de detenidos desaparecidos en un operativo conjunto del Ejército Argentino y la Policía del Chaco el 13 de diciembre de 1976 en un simulacro de trasladado de Resistencia a Formosa. Los genocidas intentaron encubrir este fusilamiento clandestino, haciéndolo pasar como un enfrentamiento. En 1982, Losito combatió en Malvinas y fue herido en la cabeza. Se retiró en 1986 y fue un activo defensor del terrorismo de Estado, cercano a grupos que reclamaban impunidad por los crímenes cometidos por la dictadura cívico militar. Es de público conocimiento que el genocida tiene, además, un vínculo cercano con el padre de la actual vicepresidenta de la Nación, Eduardo Marcelo Villarruel, el cual fue forjado durante la Guerra de Malvinas y luego, cuando lo llamó para que sea uno de sus testigos predilectos ante el reclamo que hizo para que algunos de sus hombres de la Compañía de Comandos 602 sean reconocidos por el Ejército Argentino. Nada de esto impidió que, días atrás, Losito fuera recibido con honores en el Regimiento de Infantería de Monte 30 donde le rindieron homenaje con el aval del gobierno nacional. Este hecho no es aislado, se enmarca en la llegada al gobierno de un espacio que reivindica la dictadura a través de algunos de sus voceros, pone en discusión el número de desaparecidos (¡Son 30 mil!), cuenta con figuras como Ricardo Bussi o Victoria Villarruel que reivindican a viva voz el accionar de las fuerzas de seguridad durante la dictadura y pretenden reinstalar la teoría de los dos demonios. Prueba de ello es también el nombramiento impulsado por Villarruel de Nicolás Kasanzew como titular de la Dirección de la Gesta de Malvinas del Senado, la designación de Juan Carlos Pagotto como presidente de la Comisión Bicameral para el tratamiento del DNU presidencial, el cierre del programa de Madres de Plaza de Mayo en la TV Pública, la represión ante la protesta social contra las medidas de ajuste y los tarifazos, entre otras, adoptadas en menos de tres meses de gobierno. La casualidad no es una categoría política, como bien dice Cristina. Los acontecimientos enumerados en materia de Derechos Humanos impulsados y avalados por el gobierno de Milei generan un contexto que valida el accionar de la última dictadura cívico militar y pretenden garantizar la impunidad. Lo dijo el genocida Videla: su “peor momento llegó con los Kirchner”. Los gobiernos de Néstor y Cristina no garantizaron la impunidad. Al pedir perdón desde la Ex Esma en nombre del Estado nacional por la vergüenza de haber callado en democracia, al bajar los cuadros de Videla y Bignone del colegio de la Armada, al haberle dado centralidad y visibilizar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia impulsando políticas de Estado que consolidaron un camino iniciado por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, nos enseñaron la importancia de construir una Patria con memoria. Ni un paso atrás. En nombre del compromiso con nuestra historia, en defensa de los 30 mil compañeros detenidos y desaparecidos y sobre todo en función de la memoria, la verdad y la justicia, es que como solicitó el compañero Horacio Pietragalla, a través de la Red Federal de Derechos Humanos, exigimos que el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, explique públicamente quiénes, por qué y bajo qué normativa autorizaron que un genocida con prisión domiciliaria por crímenes de lesa humanidad participe del homenaje que se le realizó en el Regimiento de Infantería de Monte en la Provincia de Misiones, ya que su vinculación con las fuerzas armadas podría implicar la obstrucción de la búsqueda de verdad. Para que la impunidad no avance es indispensable que Luis Petri, responda con celeridad al pedido, a fin de bregar por el cumplimiento de los acuerdos internacionales contraídos por la República Argentina, que apuntan a la no regresividad y hace décadas establecen a la desaparición de personas como un delito de carácter permanente. A pocos días del 24 de marzo, damos testimonio de nuestro compromiso en la defensa de la memoria, la verdad, la justicia y la democracia, en contra de la impunidad y el oscurantismo que pretenden naturalizar. Por las compañeras y compañeros asesinados, detenidos y desaparecidos, cada día y donde haga falta seguiremos diciendo: ¡NUNCA MÁS!