“El campo dejo de ser la mansa vaca lecheraˮ, aseguró Biolcati, durante el discurso en una reunión impregnada de antiperonismo que algunos intentan acotar sólo a un matrimonio.
Los medios, con centro en el monopolio Clarín, gastan papel, tinta, sueldos altísimos en punteros periodísticos con el objetivo de resumir solo el problema a un matrimonio. En este caso, no sólo sería matar al perro para acabar con la rabia, sino también a la perra. Quedando así 39.999.998 argentinos libres de tamaños tiranos.
Lo cierto es que resulta por lo menos extraño que, a pesar de la debilidad de los periodistas por los archivos, la afirmación de Biolcati sea presentada y comentada como una verdad inofensiva cuando solo basta mirar la actuación de la mansa vaquita, por ejemplo, durante la última dictadura militar que azotara al país. O en el golpe del `55 a Perón, o en el derrocamiento de Yrigoyen, o, en fin, en cada momento aciago de la historia argentina.
Confianza
Claro está que el bueno de Biolcati es un hombre que inspira confianza a la sociedad informada y a los periodistas críticos que la informan: se arroga la representatividad del CAMPO; después de 30 años sospecha que la palabra pobreza puede empezar a formar parte de su vocabulario cotidiano; y al referirse en tono burlón respecto de quienes tienen la responsabilidad de conducir nuestro país, claramente “trabajaˮ por una mayor calidad institucional antidemocrática.
Biolcati da en el clavo cuando habla de piquetes blancos y piquetes negros, también cuando frente a un padre del periodismo crítico como Grondona afirma que, el Gobierno no va a llegar al 2011 y que hay un vicepresidente que les responde fielmente llamado Cobos, “radical, él ahoraˮ dice, sonriendo como una hiena, pero una hiena buena, una hiena que prefiere la vieja ley de radiodifusión de la dictadura. En definitiva, una hiena que da en el clavo.
Así es que Buzzi habla de toda la desconfianza que le genera el Gobierno mientras al mismo tiempo propone en mitines agrestes desgastar al Gobierno, se reúne con Duhalde y, termina festejando con Biolcati la caída de las segmentaciones y retenciones móviles que era eje de la 125 vetada por Cobos tras, dice él, seguir los consejos de su hija.
Porque la confianza, palabras más palabras menos, es la que dos periodistas le dan a Alfredo de Angelis cuando un año después del conflicto recién se atreven a repreguntarle y a desentrañar su reclamo hoy: retenciones móviles. Sí, leyeron bien: RETENCIONES Mí“VILES.
Igualmente nos dimos cuenta que de Angelis es un hombre agradecido y de hecho les dice “Gracias por todo lo que hicieronˮ. Miralo vos, al hombre creíble y campechano, como solían llamarlo los Medios.
En los últimos meses, en medio de una crisis mundial económica y una pandemia, el Gobierno logró sostener la mayor cantidad de puestos de trabajo que pudo con políticas activas para cuidar el consumo, el cual es una de las patas más importantes de la recuperación económica junto a la exportación de productos manufactureros y del orden primario, estos últimos con menor capacidad de generar ocupación.
Así y todo el campo está recibiendo medidas que reclamaban, encontrando en el Gobierno la incansable respuesta: SIEMPRE ES INSUFICIENTE.
Manejaron a su antojo junto a los Medios a una oposición confusa, pero nunca imaginaron que el Gobierno y la democracia podrían aguantar el embate destituyente.
Cada vez, como lo demuestra la discusión por los derechos de televisación del fútbol, les resulta más difícil demostrar la independencia de los dueños de los Medios y de la tierra, que casualmente, muchas veces son los mismos.