“Las sociedades tienen que ir evolucionando. Hay que ir superando el oscurantismo con igualdad y con inclusión. Eso es lo que elimina las tensiones y permite que una sociedad se vaya realizandoˮ Néstor Kirchner.
Por Paulo Kyriakos ¿Por qué es el Día Internacional del Orgullo? El 28 de junio de 1969 se inicia en Stone Wall, Estados Unidos, una serie de manifestaciones como respuesta a un sistema que perseguía, reprimía y mataba a personas LGBTI+. Hoy, con derechos conquistados como la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género, el Orgullo es la respuesta que seguimos construyendo para hacerle frente a todos los derechos que aún faltan conquistar para ser una sociedad más justa, libre e igualitaria. Argentina tiene el compromiso y el gran desafío actual de implementar la transversalidad en la planificación y la perspectiva de géneros en las políticas públicas, para poder trabajar las inequidades culturales y sociales que viven nuestro mujerío y disidencias, las cuales quedaron aún más expuestas en la coyuntura de COVID-19, como las violencias por identidad de género y la profundización de los derechos vulnerados históricamente para el colectivo travesti trans, el no acceso a la educación, trabajo, vivienda, salud integral, es decir el travesticidio social que es esta violencia estructural que como último eslabón tiene el travesticidio. Orgullo al nacer Al minuto uno de nuestro nacimiento, lo primero que nos miran es nuestro órgano genital. Sí tenemos pene seremos varones y si tenemos vagina seremos mujeres. Desde allí se definirá todo el resto de nuestra existencia y trayectoria en el paso por la sociedad: estilo de nombre, color de ropa, juguetes y experiencias lúdicas, y un sinfín de acciones y nominaciones discursivas que viviremos en la infancia, adolescencia, juventud y más. ¿Pero qué sucede con todas las identidades de géneros y orientaciones sexuales que quedan por fuera de ese binarismo? La reproducción de personas generizadas, de "hombresˮ y de "mujeresˮ, siempre dependió de la regulación social de la familia y, en realidad, de la reproducción de la familia heterosexual como lugar de la reproducción de personas heterosexuales aptas para incorporarse a la familia en tanto forma social. En este sentido, la regulación de la sexualidad estuvo sistemáticamente vinculada al modo de producción para el funcionamiento de la economía política, es decir que el "géneroˮ y la “sexualidadˮ pasan a formar parte de la vida material, no sólo debido al modo en el que se ponen al servicio de la división sexual del trabajo, sino también debido al modo en el que el género normativo se pone al servicio de la reproducción de la familia normativa. Lo económico entonces ligado a lo reproductivo, está necesariamente vinculado con la reproducción de la heterosexualidad. No se trata simplemente de que se excluya las formas de sexualidad no heterosexuales, sino que su eliminación resulta fundamental para el funcionamiento de esta normatividad previa. Por ello debemos hablar de heteronorma como el complejo sistema de ideas y normas políticas, sociales, culturales, históricas y morales cuyo objetivo es normalizar e idealizar las relaciones sexo afectivas heterosexuales, así como las Identidades de género binarias como absolutas, dejando por fuera las demás identidades de géneros y orientaciones sexuales. La Patria es lx Otrx La calle ha sido testigo varias veces de esta fuerza transformadora generando un feminismo popular que con estas luchas contra la hegemonía han generado organización. Los sectores populares representaron y representan la fuerza contra la opresión que el sistema patriarcal ejerce contra las mujeres y las disidencias. Pero políticas públicas no pensadas ni diseñadas desde las hegemonías sino desde la puesta en valor de los relatos, de las voces que esta sociedad necesita de una vez por todas, escuchar: saberes trans, recorridos marikas, relatos lésbicos, entre otras vivencias LGBTI+ para realmente poder hablar de identidad desde una mirada horizontal. Nuestras militancias deben basarse en el ejercicio de las prácticas feministas que buscan la equidad en todas sus formas, relaciones de horizontalidad y construcción colectiva que sólo conseguiremos con solidaridad. Nosotrxs, como militantes del proyecto nacional, popular, democrático y feminista disidente, tenemos la responsabilidad de militar la justicia social entendiendo que La Patria es lx Otrx.