El país está en riesgo y la salud no es la excepción. Hace un mes, un viernes a la tarde, acudimos a las puertas del Hospital Bonaparte (hospital nacional especialista en salud mental y consumos problemáticos) reclamando por el cierre del mismo. El gobierno de Javier Milei convirtió a la salud en una de sus obsesiones desde la sanción del decreto 70/30 con la desregulación de las prepagas. La lógica mercantil como propuesta de gobierno se ve en cada una de las políticas que se sancionan día a día. Todo se compra y todo se vende, todo se destruye, nada se construye. De esta manera, el pasado 25 de octubre el gobierno nacional publicó en el Boletín Oficial el Decreto de Necesidad y Urgencia 950/2024, donde pone a la venta más de 400 inmuebles que consideran "ociosos”, entre los que se incluye el terreno donde funciona el Centro de Salud Mental N°1 “Dr. Hugo Rosarios”.
Otra vez arremeten contra la salud mental y una vez más contra el Centro N°1. Lamentablemente se repite la historia, así como se repiten las políticas de ajuste y achicamiento del Estado. Trabajadores y usuarios y usuarias del centro de salud mental ya pasaron por esto en 2016 cuando el entonces presidente Mauricio Macri quiso poner en venta el terreno. Durante ese año, y gracias a la lucha de la comunidad, se firmó un convenio entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Administración de Bienes del Estado, dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, por el cual se otorga el inmueble, en comodato al Gobierno porteño, con el objeto exclusivo de continuar destinando como centro de salud mental. En el mismo convenio además se incluyó la intención de que se adquiera en forma definitiva la parte correspondiente del inmueble, a fin de continuar el funcionamiento del Centro. Sin embargo, nada de esto sucedió.
El gobierno nacional y el gobierno porteño (encabezado actualmente por Jorge Macri, primo de Mauricio) no están garantizando a la ciudadanía una salud de calidad. Hace meses asistimos a la puesta en marcha de un supuesto protocolo de salud mental para personas en situación de vulnerabilidad habitacional que, como se pudo saber, no estuvo direccionado a resolver esta problemática sino a perseguir a esta población.
Este nuevo hecho, pone en el centro de la escena dos problemas estructurales de la Ciudad: la política de vivienda y la política de salud mental. El Centro de Salud Mental N°1 es uno de los dos centros públicos especializados de salud mental junto con el Centro de Salud Mental Nº 3 “Dr. Arturo Ameghino” en Balvanera. Está ubicado en el barrio de Núñez, un área de concentración de desarrollos inmobiliarios plasmados en grandes edificios de oficinas de empresas multinacionales. Tanto es así que una de las construcciones circundantes puso en riesgo la atención del Hospital de Día “La Cigarra”, restringiendo su funcionamiento.
El Centro fue creado en 1968 en el marco del plan de Salud Mental del pionero en políticas de desmanicomialización, Mauricio Goldenberg, que contemplaba la creación de una red de centros comunitarios orientados a la prevención, promoción, asistencia y rehabilitación. El complejo funciona como un un efector de atención especializada ambulatoria en salud mental de mediana complejidad. Realiza acciones de promoción, prevención, asistencia y rehabilitación en salud mental de los diferentes grupos etarios. Cuenta con el hospital de día para adultos (pacientes con trastornos mentales severos) y el hospital de día infanto-juvenil “La Cigarra” (atención a niñas y niños con trastornos mentales severos). El centro ofrece además asistencia ambulatoria de psicoterapia,(individual, grupal, familiar y vincular), orientación y asistencia en adopciones, acciones de apoyo e integración psicosocial, acciones de promoción y prevención, y además forman parte de proyectos socio productivos indispensables para la integración social. Además son un eslabón central en la formación y capacitación de profesionales de la salud.
Siempre a espaldas de los trabajadores
Es la segunda vez que los trabajadores y las trabajadoras de la institución se enteran por otros medios de la decisión tomada por el Poder Ejecutivo Nacional de la venta del terreno. En este caso, la noticia llegó a sus oídos a partir de la publicación de subasta del terreno en la página de argentina.gob en la categoría de subasta de inmuebles. A partir de allí comenzó el recorrido de usuarios y usuarias y trabajadores, junto con los gremios, comuneros y legisladores, en la búsqueda de una respuesta del Gobierno de la Ciudad en relación a la noticia recibida.
Hasta hoy no hubo ninguna respuesta formal al conflicto, aunque algunos trabajadores refieren comunicaciones informales con las autoridades de la ciudad que dicen no estar notificados institucionalmente. Desde la primera asamblea abierta, realizada el pasado miércoles 6 de noviembre, el centro se encuentra movilizado, realizando distintas actividades con la comunidad para poder proteger este establecimiento que alberga a más de cien trabajadores y trabajadoras y ofrece más de mil prestaciones semanales.
Cuando todo parece jodido es cuando hay que poner
Pasan los días y no hay una sola voz del Gobierno de La Ciudad que lleve tranquilidad a los y las trabajadoras del Centro N°1 ni a sus usuarios y usuarias. Pareciera que la salud mental dejó de ser una preocupación para el jefe de Gobierno Jorge Macri o, al menos, una menos importante frente a los negocios inmobiliarios. Ni el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, ni Macri dan explicaciones al respecto. La incertidumbre crece y hoy más que nunca hay que poner en cuerpo y tejer redes que contengan y detengan el avance contra nuestros derechos.
En estos tiempos convulsionados, donde se pone en duda el orden democrático tal como lo conocemos; donde las lógicas individuales y aceleradas nos impiden conectarnos con las necesidades del otro; debemos luchar contra la hegemonía dominante y seguir construyendo una comunidad organizada en torno al amor, la igualdad y la justicia social. Como decía el general Peron: nadie se realiza en una comunidad que no se realiza.