- Congelamiento de la contratación de empleados públicos, eliminación de regímenes especiales de jubilaciones y nueva reforma previsional. Esto incluye que se dejarn de actualizar jubilaciones, pensiones y asignaciones por la recaudación tributaria, y sólo se ataran a la inflación, además de restringir la pensión universal por vejez, que beneficia a quienes no aportaron lo suficiente, al 30% de la población más pobre, también recomienda recrear las AFJP, a las que iría destinado parte del aporte de los trabajadores (el resto seguiría yendo al Estado). Además, el Fondo promueve elevar la edad jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años, de modo de igualarla con la de los varones.
- Reducción de planes sociales. Unificación de programas y actualización de los beneficios por la inflación futura, y no la pasada, como hasta ahora. Se supone que los precios irán bajando y esto implicará un menor aumento de las ayudas. Que más personas paguen el impuesto a las ganancias. En la actualidad lo abona el 10% de los argentinos. El FMI reclama que lo tribute el 20%. Que menos empleados formales reciban las asignaciones familiares.
- Reforma laboral. Agilizar y abaratar el despido, fomentar el empleo temporario y a tiempo parcial y limitar la negociación colectiva de trabajo es la receta que explicitó el FMI. Reducción de barreras proteccionistas. El Fondo advierte que continúan 1.600 licencias contra importaciones de productos y que los aranceles del Mercosur triplican el promedio de países emergentes. Apertura de sectores a la inversión extranjera. El organismo señala que existe un trato discriminatorio para el ingreso de empresas foráneas en algunos sectores, ya sea en beneficio de compañías estatales o de firmas privadas argentinas.