Opinión

Día del periodista

Recuperar los salarios y un modelo de comunicación popular

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Este 7 de junio asistimos a uno de los peores días del periodista en estos 41 años de democracia. Hay dos situaciones fundamentales que motivan esta situación: los salarios de pobreza, que preceden este contexto político, pero que con el actual modelo económico se profundizaron, y los ataques a la prensa y libertad de expresión de parte del gobierno nacional. 

por Agustín Lecchi *
7 jun 2024

De 45% de trabajadores de prensa con salarios de pobreza en junio de 2023, hoy tenemos un 75%, con más de un 50% de la actividad con pluriempleo para poder sobrevivir. Otro de los motivos que dificultan el ejercicio del trabajo en prensa son las políticas de Estado contra la comunicación y los periodistas: una política declarada de destrucción de los medios públicos, como el intento de cierre de Télam y que resistimos con dos acampes hace más de noventa días; censura en la TV Pública y Radio Nacional; ataques a medios comunitarios a través de la eliminación de planes de fomento y de la pauta publicitaria pública. 

De 45% de trabajadores de prensa con salarios de pobreza en junio de 2023, hoy tenemos un 75%, con más de un 50% de la actividad con pluriempleo para poder sobrevivir"

A eso se suma un intento de quebrar medios privados, como editorial Perfil, que es una empresa nacional que emplea más de 600 trabajadores a la que Milei le deseó la quiebra; un ensañamiento particular en las represiones a la prensa y ataque a periodistas críticos por redes sociales o mediante denuncias penales, como sucedió esta semana a Nancy Pazos y Darío Villarroel. 


Esta situación grave afecta la libertad de expresión y contradice los discursos del Presidente. El Estado interviene para que no haya pluralidad de voces, para que exista un discurso único totalmente afín al del gobierno. Esto es así porque necesita construir un sentido en la sociedad para hacer pasar el brutal ajuste que nuestro pueblo está sufriendo y la entrega de recursos de la patria, como pretende hacer, por ejemplo, mediante el RIGI. 

El Estado interviene para que no haya pluralidad de voces, para que exista un discurso único totalmente afín al del gobierno.

Se empeñan en enterrar al periodismo y reemplazarlo por las redes sociales en donde La Libertad Avanza se maneja con trolls pagos con fondos públicos. Pero fue una investigación periodística, como la del compañero de El Destape, Ari Lijalad, la que dio a conocer que el Ministerio de Capital Humano, liderado por Sandra Pettovello, encauta alimentos que le niega a los comedores populares. Un cinismo que también desnuda el verdadero plan de Milei: sumirnos en la más absoluta pobreza y destruir la organización popular. 


En ese marco, desde SiPreBA y FATPREN, además de la pelea por el salario y las condiciones laborales, de la defensa de Télam y los medios públicos, somos parte de los planes de lucha del movimiento obrero con la CGT y las CTA a la cabeza, contra el DNU 70, la Ley Bases, y la política social y económica del gobierno de Milei al que debemos ponerle un freno lo antes posible.


Es central resistir y luchar en las calles en unidad contra el gobierno de Milei y los empresarios que aprovechan este contexto político para profundizar la precarización laboral. Pero también tenemos que tener clara nuestra propia historia: este primero de julio se cumplen cincuenta años de la muerte del General Perón y, este año también se cumplieron 80 de que desde la Secretaría de Trabajo y Previsión promovió el Estatuto del Periodista Profesional. Esa norma es el resultado de muchas luchas, pero también de un dirigente y un Estado que puso en el centro de sus políticas a las y los trabajadores.


Es central plantearnos la recuperación del poder adquisitivo de toda la clase trabajadora, para que no haya asalariados pobres y que el trabajo vuelva a ser el ordenador social y no un factor más de desorden de nuestras vidas como sucede hoy, cuando nuestros compañeros necesitan varios trabajos para llegar a fin de mes. Pero también necesitamos pensar políticas públicas para un modelo de comunicación democrático y popular, a la altura de los desafíos que tenemos en este siglo y en este tiempo. Hay mucho por hacer y estas luchas deben parir las respuestas y las agendas que nuestro pueblo necesita.


* Secretario General del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).