Política

Masacre de Rafah

Todos los ojos en Palestina

Palestinian

España, Irlanda y Noruega cierran filas luego del último ataque al centro de refugiados y reconocen al Estado Palestino. Por su parte, el presidente argentino, Javier Milei, rompe peligrosamente con el posicionamiento histórico de nuestro país y se alinea con Benjamín Netanyahu.

por Secretaría de Política Internacional de La Cámpora
31 may 2024

En un nuevo episodio del genocidio en Palestina, el domingo pasado Israel atacó un campo de refugiados, dejando como resultado, al menos, 45 personas fallecidas quemadas vivas. La mayoría eran mujeres y niños. Dos días después, España, Irlanda y Noruega reconocieron oficialmente a Palestina como Estado.

El ataque al centro de refugiados de Rafah por parte de Israel ha acumulado repudios de distintos países y organizaciones internacionales. Por primera vez, hubo unanimidad sobre el tema por parte de las 27 naciones que integran la Unión Europea (UE), los cuales convocaron al ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yisrael Katz, a discutir la situación en Gaza y el respeto a los derechos humanos que Israel asumió en el acuerdo comercial que tienen. En ese marco, convocaron al funcionario a que su Estado cumpla con la orden de la Corte de Justicia Internacional y detenga la ofensiva en Rafah

En este sentido, tres países miembros de la UE reconocieron oficialmente, estos últimos días, a Palestina como Estado. El presidente español, Pedro Sánchez, sostuvo que “se trata de una decisión histórica que tiene un único objetivo, que es el de que israelíes y palestinos alcancen la paz; Palestina es un pueblo pacifista y respetuoso con la Carta de las Naciones Unidas”. La acción del gobierno español fue coordinada con Irlanda y Noruega, que también tomaron esa resolución. 

Es importante recordar que el 10 de mayo pasado la Asamblea General de Naciones Unidas consideró la incorporación de Palestina como miembro pleno a través de un proyecto de Resolución. Palestina tenía, hasta ese momento, estatus de observador en la ONU, es decir, muchos menos derechos que el resto de los Estados dentro de la organización. 

A partir de la sostenida violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario que se está viviendo hoy en Gaza a manos de Israel, los países árabes presentaron un proyecto de resolución solicitando que se lo considere como miembro pleno, ganando muchos derechos que le permitirán llevar a cabo acciones más concretas para denunciar las atrocidades que están ocurriendo en su territorio.

El proyecto fue aprobado por 143 votos a favor, 25 abstenciones y 9 votos en contra. Nuestro país, por orden directa del presidente Javier Milei, fue el único de América Latina y el Caribe que se opuso a su ingreso, quedando junto a Estados Unidos, Israel, Hungría, República Checa, Micronesia, Palau y Papúa Nueva Guinea.

Nuestro país, por orden directa del presidente Javier Milei, fue el único de América Latina y el Caribe que se opuso a su ingreso, quedando junto a Estados Unidos, Israel, Hungría, República Checa, Micronesia, Palau y Papúa Nueva Guinea.

Esta decisión de Javier Milei implica un cambio de la posición histórica que mantuvo la Argentina durante toda su historia y a lo largo de todos los gobiernos. Nuestro país siempre reconoció que Palestina era un caso particular y reconoció siempre sus derechos como Estado. Además, ese nuevo posicionamiento se opone a nuestra tradición y nuestros principios en política exterior, como la defensa irrestricta de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional. Solo se explica por los intereses ideológicos sesgados de una persona, que deja de lado por completo el interés nacional. 

Luego de los primeros ataques de Hamas sobre Israel, Cristina se pronunció enfáticamente: “Como ha sido la histórica y tradicional postura de Argentina, exhortamos una vez más a dar cumplimiento a las Resoluciones de Naciones Unidas, a los acuerdos de paz y a recuperar los ámbitos de negociación sobre el conflicto entre Israel y Palestina”. Y agregó la compañera: “En especial, sostenemos la necesidad de dar cumplimiento al concepto de una región en que dos Estados, Israel y Palestina, vivan uno junto al otro, dentro de fronteras seguras y reconocidas, incluido en la resolución 1397 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.